Cómo reaccionar ante una pregunta difícil en 5 sencillos pasos

Post exclusivo de la colaboradora del blog Natalia Gómez del Pozuelo – @NataliaGomez_ES

En numerosas ocasiones, como en:

• una presentación,
• una clase,
• una entrevista con los medios,
• un examen,
• una entrevista de trabajo,
• una reunión,

nos encontramos ante una pregunta a la que nos resulta difícil responder.

Los motivos pueden ser muy diferentes, por ejemplo:

• no conocer bien la respuesta,
• no poder (o no querer) contestar por ser un tema delicado o confidencial,
• no saber qué conviene decir,
• tener vergüenza,
• que sea algo que puede molestar o doler a la persona,
• o cualquier otro.

Estoy segura de que te has encontrado en ese momento en el que se hace el silencio y tu interlocutor (uno o varios) te mira fijamente, expectante por conocer esa respuesta que te cuesta dar.

Veamos qué puedes hacer. Lo primero:

1. Mantén siempre la calma, ¡siempre!

Las personas se contagian de nuestras emociones, por lo que, si te pones tenso/a, el otro lo va a percibir y automáticamente se va a poner en guardia, por lo que tú mismo, con tu reacción complicas más la situación. Respira hondo y pasa al siguiente punto.

2. Gana tiempo, cada milésima de segundo cuenta

Mientras tú estás tratando de mantener la calma, tu “otro yo” (que no es “poco yo”) estará buceando frenéticamente en tu subconsciente para encontrar la información, alguna idea o la forma de salir del atolladero, por tanto, trata de darle tiempo, ya que logrará una mejor solución.

¿Cómo? Una buena forma, es reformular la pregunta o repetir lo que te han pedido. Por ejemplo: “Me pides que te explique por qué ha sucedido esto o lo otro, pues bien, voy a intentar responder de forma sencilla.”.

Esos 5 segundos, pueden significar mucho tiempo para que tu cerebro encuentre y ordene la respuesta.

3. La técnica RTMC te puede ser de gran ayuda

Estos americanos le ponen nombre a todo, veamos de qué se trata.

Lo primero que tenemos que hacer es:

Responder: al menos a la parte que se pueda o se sepa, si resulta imposible, conviene explicar por qué.

Ejemplos:

- Por respeto a las víctimas en este momento no podemos suministrar esa información…

- Es un tema que resulta delicado…

- Me encantaría poder responder a esa pregunta, pero la persona más indicada para ello…

El hecho de dar una respuesta, aunque sea parcial, transmite seguridad y mayor credibilidad.

Hacer una Transición: lo que en lenguaje coloquial sería una “larga cambiada”.

Ejemplos:

- También es importante recordar…

- Conviene tener en cuenta que…

- Esto es a lo que nos hemos comprometido…

- Es lo que sabemos en este momento

- Se trata solo de un pequeño resumen…

Añadir otro Mensaje: para que no resulte escaso podemos completar con información adicional.

- Llevando la respuesta a otro sitio en el que me siento más cómodo/a.

- Comentando otra cosa de la que sí puedo o sé hablar.

- Hablando de un tema relacionado con el primero.

Y para finalizar, y dar una sensación completa:

Cierro: con una llamada a la acción.

Ejemplos:

- Por ello pedimos a los ciudadanos que sean pacientes…

- Dame un poco de tiempo y lo hablamos en mayor profundidad tal día.

- Si me das tus datos, te envío una respuesta más detallada.

- En el caso de un examen, se puede intentar cerrar con una opinión personal sobre el tema preguntado. Ej. Entre los artistas modernos, a mí me resulta muy significativo Banksy porque…

En el caso de tratarse de una pregunta cerrada, tipo A o B en la que no estamos de acuerdo con ninguna de las premisas, podemos decir algo como: “Yo no lo formularía así, para mí lo más importante es…”

4. Usa lenguaje fuerte: transmite confianza

El lenguaje que se utiliza tiene repercusión en cómo nos percibe la otra persona.

En vez de:                                                       Usar:

Podremos                                                     Estamos comprometidos con

Creo                                                              Es claro que

Estamos intentando                                      Estamos haciendo

Creemos que                                                La evidencia nos muestra que

5. No dejes que te altere, sea cuál sea la forma de la pregunta

El contagio de las emociones funciona en ambos sentidos, por lo que conviene no “irse” detrás del entrevistador (o persona que ha hecho la pregunta), si, por ejemplo, se pone agresivo/a, muy incisivo/a o te ataca directamente, si pierdes los estribos, pierdes la razón, por más que te entren ganas de saltar a su yugular, sonríe, sé amable y vuelve a utilizar los cinco pasos las veces que sean necesarios, por lo que volvemos al principio:

Mantén la calma. ¡Siempre! A no ser que “dar un portazo” sea parte de tu estrategia.

Ahora ya sabes cómo reaccionar a una pregunta difícil y solventar la quizás incómoda situación en la que puedas encontrarte; si además te interesa saber cómo preparar una entrevista con los medios, ¡te dejamos con este genial artículo de Natalia Gómez del Pozuelo!